Un pequeño homenaje a aquello que alguna vez fue todo.

Aún recuerdo todos esos días... donde amar dejó de ser un juego de niños, y no entendías lo que significaba la palabra "esperarme", donde actuábamos como siameses en el camino y como auténticos rivales cuando jugábamos en las guerras del odio, fuimos fuego, éramos un uno, éramos un equipo.

Te extrañará que te escriba, pero más aún te extrañará si te digo que no es para decirte que te amo, sino para hacerte saber que plantaste en mí un sentimiento que no conseguí retirar nunca de mi más remoto interior, solo conseguí traspasarle, desde el corazón a los recuerdos, pero ahí estarás siempre, conmigo.

¡Túuuuuuuu!

¿Sabes lo extraño que es querer a una persona aún sabiendo todas las desventajas que lleva consigo ese sentimiento?...

Aunque sepa que la distancia no juegue a nuestro favor, y las hojas del tiempo seguirán cayendo y yo, maldiciendo al sol.
Contando los días que sigue haciendo calor, cuantos días son los que no llevaré razón...

Es por ti por lo que...

Imagina

Imagínate por un momento que los pobres fueran los ricos de la sabiduría.
Y que los ricos fueran pobres en humildad.
Que la voz fuera lo más importante del cantante, y de las personas su corazón errante, que la música entrara por los oídos para escucharse con latidos, y no fuera condicionada por unos ojos superficiales.
Que los ojos marrones fueran los más bonitos, y ser rubio no fuera el sinónimo de ser el más querido.
Que el sexo fuerte no fuera el hombre, sino el que se practica entre sábanas con amor no inerte.
Que el te amo se sintiera las mismas veces que se dice, y que el infinito fuera para todos sinónimo de paz y ser felices.

Y que todos bebiéramos del manantial llamado ética, que aunque no lo creáis, aún hay para todos, nenes.