12 de enero de 2012


Querido papá.

Estoy bien, como siempre en casa de mamá, no sé si alguna de tus neuronas seguirá funcionando, no sé si ya habrás barrido de tu corazón esas tardes en mi habitación en las que tú me peinabas y yo comía las golosinas que siempre me traías.
Si te queda alguna duda, he intentado ser fuerte, como tú me mandaste. Pero sigo emocionándome cuando suena el teléfono a la hora en la que siempre me llamabas. Sigo acordándome de ti cuando mamá preparara tu comida favorita. Aún levanto mi cabeza cuando suena el timbre como tú lo solías tocar. Tengo el peluche que me conseguiste en el Parque de Atracciones  cuando yo aún no sabía que algún día dejaría de importarte. En esos entonces mi papá era como un superhéroe.  Me emociono cuando escucho tu grupo favorito y la canción estuvimos toda una Nochevieja escuchando infinidad de veces cuando venías a celebrarla a casa de Mamá. Aunque aún vivan esos recuerdos en mí, no puedo hacer de menos cuando me decías que jamás sería la hija que tu querías tener, cuando me decías que solo iba por el mal camino. Siento no haber podido ser una chica de verdad, siento ser un hijo de mentira. Aún recuerdo cuando yo te decía que me encantaba la fotografía, y tú te lo tomabas como una tontería de un monstruo inmaduro. Me decías que era hermosa... hasta que me teñía el pelo de un color diferente. Estabas orgulloso de mí hasta que cambié te cambié los sobresalientes por suspensos, pero nunca sabrás que fue por el dolor que sentía al estar sola. Tu confianza en mí se contaba por cuentagotas. Aunque seguiré viéndote en el espejo cuando vea el color de nuestros ojos, posiblemente sea lo único que nos conecte en este momento. ¿Qué culpa tengo yo de que mamá y tú no seáis amigos ahora?. ¿Es razón de ignorarme?. Me siento como un perro vagabundo abandonado. Es posible que encuentre amigas, pero jamás nadie podrá traerme a un padre ni hacer que el mío vuelva a la normalidad. Te equivocabas cuando pensabas que no te quería. Te equivocabas cuando pensabas que el padre de mi hermano podría cubrir tu lugar...
Tus hombros fueron sustituiros por una escalera estas navidades, ya que siempre me subías para que pusiera el árbol de navidad. ¿Te acuerdas cuando jugábamos a la play como si fueras mi hermano mayor?
Ya no sigue la promesa de hacer cola juntos cuando saquen nuestro videojuego favorito. ¿Verdad?.
¿Por qué no quisiste hablar conmigo el día de navidad?
No quería regalos, solamente que le volvieras a poner significado a la palabra paternidad...

Te quiero papá, pero no se lo digas a mamá, ella tiene que pensar que nada de esto me importa.
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