Yo soy la otra, y tú eres el otro.

A penas existe una mínima posibilidad de que entres aquí, pero si la hay, también quiero que consideres la posibilidad de que esto vaya para ti, y no quiero que te alejes a partir de ahora de estas frases sin sentido. 

Si alguna vez lo dudaste... sí, en efecto, eres realmente especial para mí, sonrío de una manera totalmente diferente cuando dices la más mínima estupidez que ninguna chica más sacaría sentido, y te abrazo de una manera diferente al resto, te echo de menos de una forma totalmente extraña, y cuando estoy en mi cama, al mirar al techo, a veces sonrío por el simple hecho de recordar algo junto a ti. Sé que hay muchas cosas de por medio que han hecho que se plante un imborrable IM al lado de POSIBLE cuando hablamos de dar comienzo a algo. Muchas cosas, que al fin de al cabo no puedo remediar y tampoco quiero quitar. Me basta con que me consideres la otra, con que de vez en cuando mientras estés feliz con ella mires atrás, y me recuerdes como ese algo. Yo te consideraré como ese chico que conocí, aquel chico que consideré especial desde el primer día, pero empezó a serlo de verdad en el momento en el que me despedí de la única manera de llegar a verte casi todas las semanas. 

Debo de decirte que me resulta muy extraño lo que has logrado, has logrado que sea feliz viéndote al lado de alguien que no soy yo, y te puedo asegurar que me alegro muchísimo de que sea así, porque es posible que yo no pudiera darte lo que ella te puede dar. 

Y desde aquel momento, me considero alguien valiente, pues sé que nunca habrá un comienzo, pero a la vez tampoco podré sentenciar a esto un final. 

Pero te puedo asegurar, que no pasaré una sola noche sin preguntarme si alguna vez tu también te quedas pensando en esto, en lo extraño que es, en lo raros que somos, y en los simples que somos a la vez.
Solo te pido una cosa a cambio, que inconscientemente pase por tu cabeza como una estrella fugaz todos las noches, aunque sea en un momento, y sonrías. Podré llegar a estar feliz, de veras que lo conseguiré, de hecho supongo que me falta poco, pero te puedo asegurar que no haya un solo día en el que no me acuerde de ti, de lo que no empezamos a ser, por culpa de las condiciones por las cuales un día conocí a alguien que hasta entonces nunca había visto a nadie parecido. Te quiero, de veras que te quiero.