Como de costumbre me falta la respiración, notar como el centímetro que nos separa es una ecuación.
Sin prohibiciones, muérdeme hasta que salgan moratones, sensaciones , ilusiones.
Ser sedentaria de la retina de tus pupilas, propón un minuto más de lujuria contenida.
La suma más perfecta de dos cuerpos humanos, encontrarnos el uno al otro sin importar como salgamos.
Despierto, aún sigo temblando, solo había sido un sueño, nada ha empezado, solo un sueño se ha acabado, miro hacia los lados, ahí estabas esperando, mirándome con ese rostro que tanto me gusta, examinas mi cuerpo y aún están las mordeduras. Vuelves a tener ganas de probar mi carne cruda.
Vuelvo a perder la razón, la guerra el batallón, que se disputan cabeza y corazón, locura y razón.
He vuelto a caer.